Actualmente en las empresas se realizan multitud de comunicaciones a través del correo electrónico con otras empresas, clientes y proveedores, entre otros. En algunos casos, la información que se transmite es importante e interesa saber si la otra parte ha recibido y leído el correo. Para tener la certeza de ello se utiliza el correo electrónico certificado, pero surge una duda: ¿Es válido el correo electrónico certificado como prueba en un juicio?, ¿Se puede considerar una comunicación fehaciente? En este post aclaramos todas las dudas.
¿Qué es una comunicación fehaciente?
Lo primero que debemos saber para conocer la validez en juicio de un correo certificado es lo que se entiende por comunicación fehaciente. Una comunicación fehaciente es aquella que permite demostrar que el destinatario la ha recibido y el momento de la recepción (fecha y hora). Por ejemplo, una carta entregada en mano al destinatario que firma su entrega, un telegrama con acuse de recibo, un burofax o una comunicación vía Notario, son comunicaciones fehacientes, pero requieren desplazamientos y suponen un gasto, en la mayor parte de los casos. Existe otra posibilidad más barata y cómoda: el correo electrónico certificado.
¿Es válido un correo electrónico certificado como prueba en un juicio?
En un procedimiento judicial se pueden adjuntar diversas pruebas a la demanda o a la contestación a la demanda, entre otras, correos electrónicos en soporte digital o en papel. Estos documentos serán considerados documentos privados y el juez los valorará junto con el resto de pruebas que se aporten. El problema surge cuando la otra parte en el juicio impugna la autenticidad de los correos, ya que se puede suponer que los correos han podido ser manipulados. En este caso, para dar validez a la prueba de los correos es necesario realizar otras pruebas como un informe pericial elaborado por un ingeniero informático que certifique el origen de la comunicación y que el contenido no ha sido alterado. Finalmente, será el juez quien decida en relación a la prueba.
Sin embargo, en el caso de que se presenten como prueba emails certificados por un prestador de servicios de certificación, se garantizará la integridad y autenticidad de los correos y, por lo tanto, se evitarán todos los problemas señalados en el párrafo anterior.
Las bases para que un correo electrónico certificado sea una prueba válida en un juicio son las siguientes:
-El prestador de servicios de certificación genera un documento de evidencias en formato PDF que incluye la siguiente información:
- Día y hora del envío del correo y de la recepción.
- Direcciones IP de envío y de entrega.
- Direcciones de correo electrónico del remitente y del destinatario.
- Contenido del correo.
- Adjuntos del correo.
- Sello de tiempo.
–La Ley de Enjuiciamiento Civil admite como prueba los documentos privados y, entre ellos las comunicaciones electrónicas, de hecho en el artículo 326. establece los siguiente:
Si se hubiera utilizado algún servicio de confianza cualificado de los previstos en el Reglamento citado en el apartado anterior (Reglamento eIDAS), se presumirá que el documento reúne la característica cuestionada y que el servicio de confianza se ha prestado correctamente si figuraba, en el momento relevante a los efectos de la discrepancia, en la lista de confianza de prestadores y servicios cualificados.
-Por otro lado, el Reglamento eIDAS establece en su artículo 43 lo siguiente, en relación a los servicios de entrega electrónica certificada:
1. A los datos enviados y recibidos mediante un servicio de entrega electrónica certificada no se les denegarán efectos jurídicos ni admisibilidad como prueba en procedimientos judiciales por el mero hecho de que estén en formato electrónico o no cumplan los requisitos de servicio cualificado de entrega electrónica certificada.
2. Los datos enviados y recibidos mediante un servicio cualificado de entrega electrónica certificada disfrutarán de la presunción de la integridad de los datos, el envío de dichos datos por el remitente identificado, la recepción por el destinatario identificado y la exactitud de la fecha y hora de envío y recepción de los datos que indica el servicio cualificado de entrega electrónica certificada.
-Finalmente, la jurisprudencia del Tribunal Supremo también ha avalado la validez del correo electrónico certificado como prueba. En este sentido, cabe destacar el Auto 2501/2013 de 21 de marzo en el que se establece que: “el procurador de los tribunales obtuvo la efectiva notificación y requerimiento en forma telemática, con los certificados electrónicos acreditativo de la práctica de ello, emitidos por un prestador de servicios de certificación”.
Como consecuencia de todo lo anterior, un correo electrónico certificado puede ser utilizado como prueba en juicio. Por lo tanto, si necesitas realizar una comunicación fehaciente que podría ser aportada en un juicio, puedes utilizar el correo electrónico certificado a través de un prestador de servicios de certificación, como es el caso de Lleida.net, que pone a tu disposición este servicio para que puedas enviar emails certificados con total validez jurídica para mayor seguridad.