Las comunicaciones electrónicas, certificadas o no, eliminan el papel de muchos procesos de comunicación diarios. Permiten que las notificaciones se hagan de manera ágil, a pesar de las distancias, y evitando el uso del papel. Con tal motivo, uno de nuestros eslóganes es go paperless. Y este verano, bajo la misma premisa, os animamos a darle otros usos al papel haciendo origami y diciendo #sayonarapapel.
Sin embargo, dándole vueltas al asunto, nos dimos cuenta de que una cosa eran nuestras comunicaciones diarias, las de las facturas y los contratos, las de la oficina, las del último presupuesto por aceptar y otra muy distinta las de las fechas señaladas, las de aquel momento en el que te acuerdas de aquella persona especial, las de las celebraciones… en definitiva, aquellas que antaño recibíamos en postales y cartas que tenían un significado especial.
Y pensamos: “es verdad, las cosas importantes, como las cartas de amor, el recordatorio de una cita o las cartas a los reyes magos, son más bonitas cuando se reciben en papel y escritas a mano”. Cosas importantes.
Por eso decidimos que este año enviaríamos las postales por correo tradicional, y escritas de nuestro puño y letra.
Dos mil doscientas postales, firmadas por todos nosotros, para nuestros clientes y amigos. Así, al recibirlas, queríamos que se sintieran realmente especiales. Porque el cariño que le ponemos a lo que hacemos con nuestras manos es irremplazable. Y porque hay ocasiones en las que vale la pena demostrar ese cariño.
¡Feliz Navidad!
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