Hoy he recibido el poster que os muestro en la foto, que es parte del trato que hice hace muchos años con la directora del centro de acogida de mujeres maltratadas que teníamos debajo de la antigua oficina. Es un poster hecho por los niños que acogen en el centro.
Hace años tuvimos muchos ataques de denegación de servicio que nos obligaron a estar de guardia todas las navidades y el fin de año, y nos obligó a pasar noches enteras en el datacenter. Durante esos días, escuché con frecuencia muchos lloros en la escalera y recordé que debajo de la oficina teníamos un hogar de acogida de mujeres maltratadas. Eran los lloros de sus hijos menores…. lloros en Navidad y en Fin de año….
Sentado en el teclado, me di cuenta que nos habían devuelto una de las cestas que solemos enviar a clientes y proveedores, y que además era bastante voluminosa. Sin pensarlo, saqué el alcohol que había, lo rellené de caramelos y les bajé la cesta para que celebrasen la Navidad.
Así continuamos durante algunos años hasta que un día que fui al pediatra de mis hijas y me di cuenta que tenía en su pared un montón de dibujos de sus pacientes… sentí envidia… y decidí que tenía que encontrar una manera de llenar nuestras paredes con el mismo tipo de material.
Hablé con la directora del centro y llegamos a un acuerdo: A cambio de una postal de navidad hecha por los niños en acogida nosotros nos encargábamos de darles crédito en la cooperativa Abacus de tal manera que cada niño disponía de 30 euros para comprar juguetes para estas fiestas . Eso fue hace ya casi 8 años. El acuerdo actual se ha ido ampliando además a 30 euros cada cumpleaños para regalos y 30 euros de material escolar por niño cuando empiezan el colegio.
Hoy estoy tan orgulloso de nuestra pared como aquel pediatra 🙂
Sisco