Mobile World Congress 2016

Un año más, y ya van once, Lleida.net ha estado presente en el Mobile World Congress, el evento que comenzó como un congreso entre operadoras de telecomunicaciones y que se ha convertido en una de las citas imprescindibles para los fabricantes y desarrolladores de sistemas y equipos que tengan cualquier relación con dispositivos móviles.

Con 110.000 metros cuadrados de exposición, 2.200 stands, y más de cien mil visitantes, la organización ha considerado un éxito total la edición de este año.

Como un congreso de este ámbito se puede analizar desde un punto de vista binario, podemos decir que hay dos Mobile World Congress.

Varios Mobile World Congress

Uno, el del show bussiness, el de las presentaciones de las últimas novedades en telefonía móvil por parte de Samsung, de LG o Sony; el de stands impresionantes como el de Nokia o Intel; el de stands llenos de teléfonos y de tabletas a la espera de que los miles de visitantes prueben sus cámaras con lentes duales y modos completamente manuales, las interfaces personalizadas de cada fabricante, la velocidad de respuesta, la fluidez, etc.

El otro Mobile es el de la tecnología invisible, la que vamos integrando sin darnos cuenta de ello, generalmente presentada en stands más discretos y que normalmente pasan desapercibidos entre la prensa generalista y el gran público.

Finalmente, y si nos ponemos cuánticos, hay otro Mobile, el que falta: el del retorno hacia la sociedad. Si bien la organización del evento cumple con ciertos criterios ecológicos, como por ejemplo la neutralidad en la huella del carbono, a los principales fabricantes de tecnología se les echa de menos el compromiso ético sobre la procedencia de ciertos minerales indispensables para sus dispositivos, como el oro o el coltán, el control de la producción y el comercio de los cuales sirve para financiar guerrillas que han convertido la República Democrática del Congo en un campo de batalla donde los últimos años han muerto más de cinco millones de personas.

El Fairphone es un buen ejemplo de teléfono ético: fabricado con minerales de procedencia certificada, sin obsolescencia programada, diseñado para poder ser fácilmente reparado, y hecho con componentes desarrollados en cadenas de montaje donde los trabajadores tienen garantizadas las condiciones salariales y los derechos laborales.

¿Has asistido al Mobile World Congress 2016? ¿Qué te ha parecido?

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