Fintech en España: El futuro ya está aquí

“El verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos”

Henry Ford ( 1863-1947).

Me encanta esta frase, la primera vez que la escuché fue en una conferencia hace muchos años, la siguiente el pasado  2 de febrero del 2017, en el foro fintech, presentando el libro blanco.

Según  www.crowdlending.es, la palabra fintech es un término compuesto que viene del inglés y que sale de unir la primera sílaba de las palabras Finance y Technology, es decir, es una palabra que surge de la unión de dos y que aglutina a todas aquellas empresas de servicios financieros que utilizan la última tecnología existente para poder ofrecer productos y servicios financieros innovadores.

Las empresas fintech se dedican a varias vías de negocio ó verticales: asesoramiento patrimonial, finanzas personales, financiación alternativa, crowdfunding, divisas, medios de pago, infraestructura financiera, insurtech, gestión de los datos.

Aunque todas son competencia de las entidades financieras tradicionales, son las de financiación las que están mas en boca de todos:  cogen dinero de sus inversores y lo prestan a empresas/autónomos/particulares para que realicen sus inversiones y generen valor.

En este negocio ganan las tres partes, el inversor que obtiene una rentabilidad mayor de su capital que en el banco, el deudor que hace su inversión ó su consumo y la empresa fintech que cobra una comisión por la gestión.

Pero realmente ¿qué negocio tienen en España?

En el año 2013 el número de empresas fintech no llegaba a 50, a finales de 2016 sobrepasaban las 200.

El capital que mueve este sector, experimenta crecimientos de tres dígitos y supera los 11.000 millones de euros en el mundo. PayPal, Square, Stripe o Funding Circle son la avanzadilla de un sector en constante ebullición que ha ubicado sus grandes centros estratégicos en Silicon Valley y Londres. España se ha subido recientemente con más fervor a esta marea, aunque es verdad que en los dos últimos años se ha ido configurando en el país un tablero en el que ya juegan alrededor de unas 215 compañías que han generado los primeros casos de éxito. Con un volumen de negocio de unos 300 millones de euros en el último ejercicio.

Las fintech copan el 21,5% del capital que fue a parar a las startups, solo por detrás del comercio electrónico. El director ejecutivo de Mooverang, Alexandre Lima, explica que el auge de las fintech obedece también a un “cambio de paradigma en el sector financiero”, que supuso que “cada vez más usuarios buscaran alternativas” a la banca tradicional. La mayoría de las empresas se dedican a los medios de pago (23%). Le siguen las especializadas en préstamos (21%), los agregadores financieros (18%) y las dedicadas al crowdlending (17%). Casi la mitad (48%) ofrece servicios para consumidores finales, mientras que el 38% se dedica a las empresas y el 14% a ambos mercados.

Para mí las empresas fintech están creciendo tanto debido a un descontento generalizado con las políticas de inversión de los bancos tras la caída de Lehman Brothers y la posibilidad de dar un mejor servicio y su capacidad para amoldarse a las necesidades del cliente final.

Y este es el punto al que llegamos el pasado 2 de febrero de 2017, la presentación del libro blanco de la regulación Fintech en España.

Y es que desde la propia asociación de empresas fintech e insurtech ( seguros) de España se pide una regulación específica para el sector tanto por el objeto social de las empresas como por la seguridad de inversores y consumidores. La AEFI pide dos puntos básicos:

  • Implementación en cada Supervisor Financiero de los tres mercados(Banca, Servicios de Inversión y Seguros) de una Dirección de Autorizaciones específica para FinTech y un equipo técnico que ofrece asesoramiento sobre cómo deben interpretarse las normas respecto del producto/servicio planteado.
  • El establecimiento de Unidades o Divisiones de asesoramiento dentro de los distintos supervisores como mecanismo para prestar asistencia a las entidades FinTech en el procedimiento de autorización requeridopara acceder, en su caso, a la actividad regulada así como una vez con licencia, poder favorecer medidas simplificadas de cumplimiento normativo bajo determinadas condiciones siempre que se protejan adecuadamente los intereses de los consumidores.

En palabras de Jesus Pérez, presidente de la AEFI :

“No plantea una regulación ad-hoc para las entidades FinTech en España ajena al ordenamiento jurídico aplicables al Sector Financiero en sus tres industrias (entidades bancarias e instituciones financieras, empresas de servicios de inversión y compañías de seguros y figuras especializadas como operadores de banca-seguros, mediadores, agentes, etc.), sino identificar qué aspectos vigentes en las condiciones de acceso a las actividades sujetas a reserva de actividad y en las condiciones aplicables al ejercicio de tales actividades financieras deberían ser objeto de revisión y mejora para adecuar dicho marco legal y reglamentario a nuevas formas de prestar servicios financieros”.  

Desde Lleida.net no podríamos estar más de acuerdo con esto.

Creemos que el sector fintech no es futuro, sino que es presente, y prueba de ello nuestra plataforma Platform4equity, que recientemente se ha estrenado en su primera operación corporativa entrando en el capital de Ekuantia, empresa especializada en soluciones de pago.

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